El proceso de la transfusión

Es una técnica básicamente de enfermería, que requiere un conocimiento profundo fisiológico, un manejo meticuloso de la atención al paciente y la aplicación correcta del protocolo establecido, especialmente para prevenir las complicaciones que pueden presentarse.

Una normativa de trabajo protocolarizada permite:

  • Evitar errores en la selección y administración de los productos.
  • Prevenir y controlar posibles complicaciones.
  • Realizar la técnica de forma sistemática.
  • Valorar al paciente durante la realización de la técnica.
  • Registrar las incidencias en la historia clínica

Fases:

  1. Solicitud de transfusión: petición y extracción de sangre para pruebas cruzadas.
  2. Pruebas Cruzadas.
  3. Administración de la transfusión de sangre o hemoderivados.

Las transfusiones se suelen administrar a través de una vía intravenosa, un tubito que se inserta en una vena mediante una aguja fina. El procedimiento completo suele durar aproximadamente de dos a cuatro horas, dependiendo de la cantidad de sangre que se necesite.